desde hace poco más de cinco años, un asentamiento de inmigrantes, principalmente subsaharianos, se había ido ubicando bajo el puente de Ademuz, en el antiguo cauce del río Túria.
durante estos años, ante la inactividad manifiesta que la administración profesaba con respecto a la situación que se estaba creando bajo el puente, varias asociaciones y grupos de voluntarios se encargaron de proporcionar a los inmigrantes cosas básicas como alimentos, ropa de abrigo, mantas, medicamentos genéricos...
durante algo más de cinco años se calcula que han pasado por el puente más de 400 inmigrantes.
trabajo también de estas asociaciones y voluntarios, ha sido la creación de talleres en que se les enseñaba castellano básico a los inmigrantes, se les ayudaba con la regularización de sus papeles, se les proponían actividades de ocio como deporte o cine africano...
a lo largo de este tiempo, han sido varias las expulsiones a las que se han visto sometidos los sintecho, por parte de las fuerzas del orden, que sólo conseguían limpiar y mantener la zona despejada durante un tiempo, porque al no proponer una alternativa, los inmigrantes volvía a ocupar el viejo cauce.
en el 2006, se produjo el único intento de crear un centro de acogida, y fue una iniciativa que provenía de una serie de particulares desinteresados, cansados de ver que, a pesar de las protestas, la administración no hacía nada por cambiar la situación.
con el dinero resultante de la venta de entradas, se consiguió alquilar un local en el barrio de ruzafa, que tenía espacio suficiente como para albergar hasta 90 personas. Se habilitó con literas, y del dinero recaudado se pagaban gastos básicos como luz, agua y gas.
a los seis meses de estar abierta la casa BAOBAB, que así es como la bautizaron los inmigrantes, la administración entre otros, hicieron lo posible, para que a los encargados de mantener la casa, les fuera imposible recaudar más fondos con los que seguir pagando el alquiler. en julio de 2006 los inmigrantes fueron obligados a abandonar lo que durante apenas seis meses había sido su hogar.
un año después, instalados otra vez en el cauce del río Túria, la historia se repite, desalojo, molestan, ensucian la ciudad de Valencia, no pueden estar en un espacio privado, tampoco en un espacio público, esto hace preguntarnos entonces qué tipo de personas pueden habitar la ciudad de Valencia.
durante algo más de cinco años se calcula que han pasado por el puente más de 400 inmigrantes.
trabajo también de estas asociaciones y voluntarios, ha sido la creación de talleres en que se les enseñaba castellano básico a los inmigrantes, se les ayudaba con la regularización de sus papeles, se les proponían actividades de ocio como deporte o cine africano...
a lo largo de este tiempo, han sido varias las expulsiones a las que se han visto sometidos los sintecho, por parte de las fuerzas del orden, que sólo conseguían limpiar y mantener la zona despejada durante un tiempo, porque al no proponer una alternativa, los inmigrantes volvía a ocupar el viejo cauce.
en el 2006, se produjo el único intento de crear un centro de acogida, y fue una iniciativa que provenía de una serie de particulares desinteresados, cansados de ver que, a pesar de las protestas, la administración no hacía nada por cambiar la situación.
con el dinero resultante de la venta de entradas, se consiguió alquilar un local en el barrio de ruzafa, que tenía espacio suficiente como para albergar hasta 90 personas. Se habilitó con literas, y del dinero recaudado se pagaban gastos básicos como luz, agua y gas.
a los seis meses de estar abierta la casa BAOBAB, que así es como la bautizaron los inmigrantes, la administración entre otros, hicieron lo posible, para que a los encargados de mantener la casa, les fuera imposible recaudar más fondos con los que seguir pagando el alquiler. en julio de 2006 los inmigrantes fueron obligados a abandonar lo que durante apenas seis meses había sido su hogar.
un año después, instalados otra vez en el cauce del río Túria, la historia se repite, desalojo, molestan, ensucian la ciudad de Valencia, no pueden estar en un espacio privado, tampoco en un espacio público, esto hace preguntarnos entonces qué tipo de personas pueden habitar la ciudad de Valencia.